sábado, 27 de noviembre de 2021

Clara capítulo n°10

 Se puso ropa cómoda y se echó en el sofá. Estuvo tan solo unos instantes y al acordarse que tenía que comprar las cervezas y cuchillas de su marido. Debía ir... si no quería que Manolo al final se enfadase. 

Se vistió nuevamente y aquella vez no hizo la mejor selección. Unos vaqueros acampanados y no del todo nuevos y una camiseta cortita y de color blanco... y que una vez en la calle se dió cuenta que tenía una mancha de aceite encima del pecho derecho. 

Siguió caminando y así de esta guisa entró en el supermercado. 

Nunca lo habría hecho. 
Pero se entiende que dadas las circunstancias no estaba para finuras.

No cruzó palabra con nadie y fue derechita a coger lo que necesitaba, poco, en el bingo se había gastado casi todo cuanto había sacado del Banco por la mañana.

 Cogió las cervezas, las cuchillas y una barra de pan para la cena. Pagó en caja y marchó. 

Al día siguiente debería ir nuevamente al Banco y ojalá Manolo no se diese cuenta de haber sacado dos días seguidos.

Ojalá... 

Ahora sí se tropezó con una vecina en la portería y a punto de subir en el ascensor. 

No le quedó más remedio que poner buena cara. 

La mujer la miraba disimuladamente y estaba sorprendida de que tan presumidilla como era vistiera de esa forma. Y si, cómo no...  se dió cuenta de la mancha que lucía y que  ni siquiera trató de esconder. 
Verónica O.M. 
Continuará

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Clara capítulo n°9

 Ando algo desmotivada y mira que soy positiva, pero...

Continúo.

El hombre de forma socarrona le dijo estas palabras: - Bueno, guapa, nos lo hemos pasado de miedo y si quieres repetir... me encontrarás aquí todas las mañanas y de lunes a viernes. - Y guiñándole su ojo izquierdo la dejó plantada en la acera y totalmente desorientada.

Andó unos pasos y se sentó en el primer banco que encontró en aquella calle. Al no llevar la parte de abajo de su ropa interior se sintió molesta y estiró del vestido... todavía no tenía plena conciencia de lo que aquel mal nacido le había hecho. Y estuvo sentada largo rato... hasta que se levantó y se dirigió hacia el metro e hizo el viaje de vuelta aferrada a la barra vertical, mareada y con la boca totalmente seca. 

Llegar a su hogar se le hizo eterno y ojalá no se cruzase con nadie por la portería o ascensor. Y no, no se tropezó con nadie. Abrió su puerta y se dirigió rápidamente al baño... a lavarse las manos, el rostro y mirarse en el espejo en el que apenas se reconoció. El bolso se le había caído al suelo, lo recogió y sacó aquella prenda que le parecía tan bonita y que ahora le causaba repugnancia y la tiró al cubo de la basura y la colocó estratégicamente debajo para que no se viese... 

Ya desnuda. Se duchó y frotó cada parte de su cuerpo, como si el gel no fuera suficiente para quitarle aquella suciedad que se le antojaba no poderse sacar.

 Y si, Clara quedó muy tocada.

Verónica O.M. 

Continuará 

domingo, 7 de noviembre de 2021

Clara capítulo n°8

 Por el sonido apreció haber recibido un watsapp en el móvil. Lo miró y contestó rápidamente con un dedito para arriba y lo volvió a guardar en el bolsillo del pantalón.

No era otra que la camarera del bingo. Ella le hacía trabajos sucios, claro está que por dinero. Y Clara había sido la víctima... al igual que tantas otras y desde hacía tiempo.

La camarera les suministraba una cantidad justa de droga en la bebida, la suficiente para que no tuvieran voluntad y así el sinvergüenza poder aprovecharse de ellas. 
Con todas era el mismo proceso y siempre por las mañanas. El que salieran sin bragas tenía su sentido... que al volver a la normalidad se sintieran humilladas.
Por regla general nunca repetía con la misma dos veces... ellas jamás volvían. Y con Clara no fué diferente. 
Autora Verónica O.M. 
Continuará 

viernes, 5 de noviembre de 2021

Clara capítulo n°7

 Al asomar la cabeza... el hombre se la encontró intentando limpiar de sus ojos el desastre que habían ocasionado las lágrimas con el rimmel de las pestañas.

-Te puedo ayudar en algo?  - dijo queriendo parecer una buena persona.

-No creo. - contestó ella. - Son cosas mías.

-Todo tiene solución y yo te podría ayudar si tú quieres.

-A cambio de qué?

El hombre no esperaba que ella fuera tan directa, quizás se había precipitado en suponer...

-Mujer, visto así. Y no sé lo que estarías dispuesta a darme a cambio.

El hombre entró  y cerró la puerta. Y argumentó de que podría venir cualquiera y verlo asomado en el aseo de señoras. Se metió en un baño y la incitó a que ella hiciera lo mismo.

Y oh, Dios, el chasquido del cerrojo se escuchó. Y al momento la estaba manoseado y ella como en una nube a nada dijo no...

-Ahora saldré yo y dentro de un par de minutos sales tú y vas otra vez a la mesa, pagaré yo todo y te pido que salgas sin bragas y las metes en el bolso. Qué dices?

-Si.

Y dicho y hecho. Y allí se pasaron un buen rato y ella de vez en cuando se estiraba el vestido por si se le veía algo.

Después salieron del bingo juntos y ahora qué os preguntaréis?

Tendré que seguir pensando... 

Verónica O.M.