Proseguimos...
No quería que Manolo la viera con aquella pinta y se puso un pantalón cortito de color blanco y un top negro que aunque sencillo le quedaba sexy al no llevar tirantes y ajustarse a su cuerpo y pecho.
A toda costa quería disimular y Manolo como nada sabía... no le fue difícil el conseguirlo.
La cogió en la cocina al abrir la puerta y escuchar su voz grave diciendo:
Ya ha llegado el hombre de la casa... Quien le va a dar un beso y meterle la lengua hasta el gaznate?
Clara cambio radicalmente de color y de gesto, pero salió a recibirlo intentando parecer lo más natural posible.
Ya tenía plena conciencia de que había sido drogada por la camarera del bingo y que aquella tenía tratos con aquel mal nacido que se había aprovechado y violado.
Ahora no era el momento de decir nada y quizás jamás lo fuera.
Se acercó a Manolo e intentó cumplir con lo que el hombre esperaba de ella.
Y no, no fue capaz y salió rápidamente hacia el baño y descargó la cisterna. Con el ruido intentó camuflar el llanto que había estado conteniendo.
-Clara, estás bien?
-Ahora salgo, Manolo... al parecer algo he comido que no me ha sentado nada bien.
Y como no, él la creyó.
Veronica O.M.