Clara capítulo n°30

 Antes de hacer cualquiera de las cosas que tenía pensado realizar aquella mañana...

Llamó por teléfono a su amiga Sonia. Esperaba poder hablar con ella. Tenía una vida atareada con las guardias del Hospital, día si y, día también. Las compañeras la apreciaban y, ella que eso lo valoraba tanto... no sabía decir qué no  a la hora de hacerles el favor.

Dejó que sonara repetidas veces y, pensando no cogería el teléfono, pero...

—Díme, Clara, qué alegría. —Y era cierta, sin ninguna duda.

—Hola Sonia. Te cojo en un buen momento?

—Si. Hoy no trabajo, amiga, por fin me tomo un día de respiro.

—Me alegro por tí. Y el niño? ya estará bien grandote. Tengo unas ganas tremendas de veros y  abrazaros. Ay, Sonia, podriamos vernos pronto?

—Si. Te llamaré y, cuándo solucione quién hará mi guardia. Me deben mil y una. La de guardias que habré hecho... sin ser mías.

Y charlaron un largo rato y, colgaron. 

Aquella mañana no le apetecía salir. La dedicaría a la limpieza de muebles y suelos. Pero antes, desayunarå, sin prisas, sin agobiarse.

Hablar con Sonia le vino bien y, estaba deseando qué llegase el día de poderse ver. 

Verónica O.M. 

Continuará 

Estos son los personajes

Al tardar en actualizar esta novela... 

He tenido que leerme todos los capítulos ya publicados y tomar apuntes. Por ejemplo, algunos nombres. Y para que no me pase de nuevo, haré un breve resumen de estos personajes y, que puede ampliarse.

Protagonista: Clara S. mujer atractiva, ama de casa y, tremendamente aburrida. 

Marido de Clara: Manolo. Camionero de profesión, quiere a Clara, pero se cree superior por el hecho de ser hombre.

Sonia: Amiga y ex vecina de Clara del antiguo domicilio, enfermera de profesión y, madre de un hijo, al que el padre del niño los abandonó con tan solo dos meses. Sin suerte en el amor.

Cliente del bingo y depravado sexual. 

Camarera del bingo, compinche de él. Pone droga en la bebida a mujeres de buen ver. Por dinero, claro. Clara, fue víctima de este par de canallas. 

Daniel: Agente de policía.

Susana: Agente de policía. Juntos hacen un buen equipo. Detuvieron al depravado y, a la camarera. Gracias a que Clara contó... 

Dos vecinas: del inmueble donde viven Clara y Manolo. Chismosas y malas personas.

Camarera del bar: Mujer agradable y, que Clara no supo calcular su edad.

Estos, son los personajes. De momento. 

De esta forma podré seguir escribiendo más fácilmente esta novela. Gracias 😃🌺

Verónica O.M. 

Clara capítulo n°29

 Y caminó...  largo rato y, alegró su visión, admirando aquel espacio, dónde apenas se veía un alma. 

Los pajarillos iban de rama en rama y emitían un cántico hermoso y, que casi nunca se había parado a escuchar.

Todo era hermoso, por muy simple que pareciese. 

Debería hablar con Manolo y, decirle que se estaba planteando que su vida diera un giro porque se sentía mal con aquella rutina de ser solamente un ama de casa. 

Decidió que ya era hora de volver.

La caminata le había sentado fenomenal y, probablemente adquirirá esa sana costumbre. 

Su rostro tenía un tono bonito y eso que llevaba protección solar alta. 

En el súper compró lo que necesitaba y con la bolsa en la mano volvió para casa.

Se duchará y preparará una comida frugal y, lo que dejó sin hacer en la mañana lo hará con tranquilidad... porque tiempo le sobraba.

Nota de la autora. 

He salido para realizar unas gestiones, estoy esperando a una amiga y haciendo tiempo. 

Qué cosa mejor que escribir un nuevo capítulo, mientras tanto. A la noche, lo repasaré antes de actualizar. 

Qué paséis un buen día o buena noche 🔆🛏️

Verónica O.M. 

Continuará 

Clara capítulo n°28

 Tenía siempre el mismo dilema. Qué hacer, si el día se le hacía eterno, hasta que Manolo llegase bien tarde. 

Se duchó y desayunó, mientras el piso se ventilaba. 

Hizo la cama, recogió el baño y pasó la aspiradora. 

Más tarde limpiará el polvo de los muebles y también, el balcón o terracita. 

Irá a caminar y a la vuelta comprará lo que necesite. 

Y esas eran sus intenciones... 

Aunque, iba a caminar, no lo hacía de cualquier forma. 

Un bonito chándal de color malva estampado con florecitas pequeñas, donde el color predominante era en un tono más potente y las zapatillas conjuntadas. 

—Se me olvida la mochila. Qué cabeza la mía. 

Y como no... 

Metió una botellita de agua, el teléfono móvil, el monedero, un paquete de kleenex y unos cuántos sobres de toallitas húmedas. 

No hay bolso que se precie si no va ataviado con esas cosas. 

Lo opina ella y la autora también. 

Cuándo salía por el vestíbulo parecía una reina. Bien erguida. 

Qué paséis un buen fin de semana. 

Verónica O.M. 

Continuará 

Clara capítulo n°27

 Manolo, ya roncaba y no es que hiciese excesivo ruido, pero si  el suficiente para alterar el silencio de la habitación.

Le dieron ganas de zarandearlo, pero no se atrevió y esperó... hasta que no pudo más y se levantó de la cama. 

Le dejaría dormir y fué a la cocina a tomarse un vaso de leche tibia y sin azúcar. 

Volvió al salón y puso la tele. Se acomodó en el sofá con varios cojínes multicolor. Bajó el volumen y tampoco es que le importase mucho el no enterarse de nada. 

Se le cerraban los ojos de sueño y decidió que ya estaba bien de perder el tiempo. 

Manolo descansaba de lado y había dejado de roncar. 

—Qué bien. Intentaré dormir.

Sonó el despertador y Manolo se levantó. La vio tan dormida que no quiso despertarla. Antes de salir de la habitación la observó y una media sonrisa se le dibujo en el rostro. Pensó que cada día que pasaba la veía más bonita. 

Y no, no se equivocaba. 

Porque Clara se cuidaba. 

Al escuchar la puerta cerrarse se despertó y encontró una nota en la mesilla de noche y la leyó. 

La nota:

Ay, Clarita, me tienes loco de amor ❤️❤️❤️

Y se levantó con la sonrisa puesta. 

Verónica O.M. 

Continuará 

Clara capítulo n°26

 La cena ya está preparada y, la mantiene caliente dentro del horno. Manolo llegará cansado y, se duchará después de una larga jornada. Después cenarán y sin tardar demasiado a la cama.

Sus vidas, no tienen apenas aliciente. Manolo, con su camión, de un sitio para otro y, ella sola todo el día y, limpiando sobre limpio.

Si fueran sinceros, entre ellos... 

Dirían lo insatisfechos que se sienten. No todo es bonito, ni mucho menos.

Manolo de ideas anticuadas y, por el orgullo del macho ibérico, carga con toda la responsabilidad en cuestiones de dinero. La mujer, debe estar en casa...

Y Clara? ya está hasta las narices de tanta soledad y, de no saber dónde invertir tantas horas. El maldito día se le hace eterno.

Quizá algún día, se atreva a poner sobre la mesa lo que piensa.

Escucha como Manolo abre la puerta y, corre hacia la cocina. 

Un beso en los labios, un pellizquito en el trasero y una gran sonrisa. Eso será lo que pasará en un, dos, tres, cuatro, cinco segundos. 

Verónica O.M. 

Continuará 

Clara capítulo n°25

 Y si, se detuvo a comer en un pequeño bar que se encontró a la vuelta.

Un lugar sencillo y limpio. La atendió una mujer y a la que no supo calcularle la edad.

Le sirvió lo pedido y se retiró con gracia detrás de la barra. 

Comió despacio y se recreó de aquellos momentos de tranquilidad con ella misma. 

Y volverá cualquier otro día y terminará sabiendo la edad de aquella señora. 

Pagó y salió a la calle. 

No se tropezó con nadie en el vestíbulo de la finca, ni tampoco en el ascensor. 

Se duchará y más tarde bajará al super para hacer la compra, no sin antes haber dejado todo recogido. 

Verónica O.M. 

Continuará 

Clara capítulo n°24

 Un calambre en su pierna derecha la obligó a detenerse...

—Ah, qué daño. —El momento se le hizo eterno esperando a que pasara y poder continuar con la caminata.

Si, pasó...

Y ya no le quedaron ganas debido al dolor que le quedó en el músculo. 

Por allí no se veía un alma y decidió sentarse en la orilla del camino. Sacó la botella de agua y bebió un sorbo y se quedó con ella en la mano y balanceandola. 

Allí sentada y sin hacer nada podría estar toda la mañana. El día acompañaba a estar en la calle y sin apetecerle a encerrarse en casa. 

Al volver parará en cualquier bar y comerá. Quizá el menú del día y con el dinero que lleva le alcanza y sobrará... 

Emprendió la vuelta y con esa idea en la cabeza. 

Por hoy, se finí... 

Verónica O.M. 

Clara capítulo n°23

 Aquella mañana le apeteció salir sin rumbo...

Iba bien vestida pero de manera informal. Un bonito chándal, sus bambas preferidas y una pequeña mochila en su espalda y en ella no podía faltar su botellita de agua.

De esa guisa bajó por la escalera. 

Y su vecina chismosa la vió desde su balcón. Qué rabia le dió al verla, tan mona... 

Porqué hay gente así? ni viven, ni dejan vivir. Esa es mi reflexión. Si os dais cuenta, alguna vez intervengo :) 

A aquellas horas se podía pasear tranquilamente, alguna persona mayor sacaba al perrito a... ya sabéis.

La mía no sale a hacer esas cosas, es más, antes de salir ya lo ha hecho y no ensucia la calle. Otra vez :) 

A lo que vamos que os distraigo. 

—Voy a caminar y se me despejará la mente. —Al principio fué en plan de paseo y al rato se puso el turbo y a andar más rápido. No necesitaba perder ningún kilo, pero si perdía algún gramo tampoco importaba. 

Sabéis que he perdido 8 kilos y medio? Pues eso y sin hacer dieta. Otra vez, lo siento :) 

Lo dejo por hoy. 

Verónica O.M. 

Continuará 

Clara capítulo n°22

Cuándo Manolo llegó... percibió el olor de uno de sus platos preferidos.

A Clara, la encontró en la cocina y acabando de preparar pescado al horno, y sus patatas tan doraditas. A su mujer se le daba bien la cocina y tenía un gran surtido de especias y que ella utilizaba en su justa medida.

—Qué rico huele, Clara. Me has dado una alegría y más tarde podrías darme otra. —Diciendo esto se le acercó por la espalda, la abrazó y besó en el pelo.

—Cómo eres, Manolo. —Dijo ella. Sabía que era un gran tipo, grandullón y en el fondo un pedazo de pan. 

Pero no, todo no eran flores para él. Pensaba, que por el hecho de haber nacido hombre ya era superior.

Ay, Manolo que no vas bien. Esto te lo digo yo, quien te creó y te haré ver que las personas somos válidas y no importa del sexo que seamos.

De momento te dejo en la cocina, con tu mujer y con la cena a punto de ser servida. 

Autora Verónica O.M. 

Continuará 

Procuraré que esta novela no sea demasiado extensa, larga...