Un calambre en su pierna derecha la obligó a detenerse...
—Ah, qué daño. —El momento se le hizo eterno esperando a que pasara y poder continuar con la caminata.
Si, pasó...
Y ya no le quedaron ganas debido al dolor que le quedó en el músculo.
Por allí no se veía un alma y decidió sentarse en la orilla del camino. Sacó la botella de agua y bebió un sorbo y se quedó con ella en la mano y balanceandola.
Allí sentada y sin hacer nada podría estar toda la mañana. El día acompañaba a estar en la calle y sin apetecerle a encerrarse en casa.
Al volver parará en cualquier bar y comerá. Quizá el menú del día y con el dinero que lleva le alcanza y sobrará...
Emprendió la vuelta y con esa idea en la cabeza.
Por hoy, se finí...
Verónica O.M.
Me había perdido este capítulo.
ResponderEliminarUn abrazo.
No importa, amiga.
EliminarBesos 🌸
Una parada en el camino para avituallarse, Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSí, como tod@s.
Eliminar:)
Un abrazo.