-Menuda nochecita me espera. Si pudiese los mandaría a todos al diablo. Pero no puedo.
-Ring, ring, ring...
Cogió el teléfono.
-Soy Luis Alfer. ¿En qué te puedo ayudar?
-Hola Luis, soy Ramona.
-Ramona...¿Qué Ramona?
-Anda chico. ¡Qué chasco! ¿Creí me ibas a reconocer al momento, y eso qué te dije el nombre?
-Claro qué te he conocido mujer, faltaría más.
Escuchó una voz flojita en su oído diciéndole
-¡Mentiroso!
-¿Qué quieres Ramona?
-Gastarte una broma. ¡Mira que eres tonto!
Luis indignado respondió con malas pulgas.
-Tú eres la tonta. El dinero lo has gastado tú.
Y dicho esto colgó, y un gran ruido sonó al hacerlo. Sin duda al dejarlo caer cabreado.
La otra ni se enteró, hacía rato había colgado.
Autora Verónica O.M.
-Gastarte una broma. ¡Mira que eres tonto!
Luis indignado respondió con malas pulgas.
-Tú eres la tonta. El dinero lo has gastado tú.
Y dicho esto colgó, y un gran ruido sonó al hacerlo. Sin duda al dejarlo caer cabreado.
La otra ni se enteró, hacía rato había colgado.
Autora Verónica O.M.