Nada más irse Clara, el policía hizo una llamada con su móvil.
-Hola Susana, estás disponible para una nueva misión?
-Si. - dijo, ya sabiendo que la requería para algo importante.
-En un cuarto de hora salimos. Cambiate de ropa, te pones la minifalda y los tacones que tenemos que atrapar a un delincuente sexual y como ya imaginarás tú serás quien haga el trabajito más importante.
-No había otra disponible? - dijo con sorna y encantada de que la hubiese escogido a ella. - Por suerte me coges depilada que si no la minifalda te la hubieses tenido que poner tú, ja, ja.
El policía sonrió con su ocurrencia. - No tardes, también me cambio, te espero en el parquin y en el coche de trabajitos extraordinarios.
Vestida para la ocasión, ya no parecía la agente de hacía un rato.
Y él tampoco. Vestido de sport, pantalón y camisa de marca. Quién pensaría que era un agente camuflado? Nadie.
No tardaron apenas en llegar y debido al poco tráfico que había a aquella hora de la mañana. Lo peor ya había pasado hacia mucho rato.
Cómo habían acordado primero entró ella y después él y cada un@ buscó diferentes mesas y como si no se conocieran.
Antes de sentarse... había percibido como un baboso no le quitaba la vista de encima y supuso quien era. La camarera no tardó en llegar a tomar nota y le sonrió. Y pensó que dentro de un rato no tendría ganas de volver a hacerlo.
Y aquí les dejo jugando, bebiendo lo pedido y a los agentes dispuestos a hacer un gran trabajo.
Ah, la camarera ya le trae a Susana su bebida y ella no se la tomará y la hará desaparecer disimuladamente.
Daniel la mira de lejos y sabe que ella lo hará bien.
Autora Verónica O.M.
Continuará