Y caminó... largo rato y, alegró su visión, admirando aquel espacio, dónde apenas se veía un alma.
Los pajarillos iban de rama en rama y emitían un cántico hermoso y, que casi nunca se había parado a escuchar.
Todo era hermoso, por muy simple que pareciese.
Debería hablar con Manolo y, decirle que se estaba planteando que su vida diera un giro porque se sentía mal con aquella rutina de ser solamente un ama de casa.
Decidió que ya era hora de volver.
La caminata le había sentado fenomenal y, probablemente adquirirá esa sana costumbre.
Su rostro tenía un tono bonito y eso que llevaba protección solar alta.
En el súper compró lo que necesitaba y con la bolsa en la mano volvió para casa.
Se duchará y preparará una comida frugal y, lo que dejó sin hacer en la mañana lo hará con tranquilidad... porque tiempo le sobraba.
Nota de la autora.
He salido para realizar unas gestiones, estoy esperando a una amiga y haciendo tiempo.
Qué cosa mejor que escribir un nuevo capítulo, mientras tanto. A la noche, lo repasaré antes de actualizar.
Qué paséis un buen día o buena noche 🔆🛏️
Verónica O.M.
Continuará