La madre acabó con la conversación y se fue hacia el salón y llevaba el rostro serio, su hijo era tan joven...
Jeremy decidió marcharse a su habitación y desde allí se pondría en contacto con Israel. Buscó su número en la agenda y le llamó.
-Israel, a las siete me esperas en el camino del río.
-¿Y eso para qué?
-Anda y no preguntes tonterías, vienes y punto.
-Vale, allí estaré.
Colgó el teléfono y se tumbó encima de la cama. Ya no le apetecía ir pero había quedado con Yolanda y para él era motivo más que suficiente para guardarse su mal humor. Y se dijo: -A otra cosa, mariposa.
Se relamió pensando en la sorpresa que le iban a dar a su amigo. No sabía si tanto a María, dependiendo de si Yolanda había soltado prenda.
Se duchó y secó su pelo con el secador, lo llevaba algo largo pero muy brillante. Se vistió con un vaquero y una camiseta negra de tirantes y dejando ver sus fuertes brazos.
Ya estaba preparado para salir, pero se quedó un rato más sentado encima de la cama y pensativo.
Yolanda ya había quedado con María, tampoco la informó demasiado. Se duchó y arregló con esmero, delineó sus ojos haciéndolos parecer más misteriosos, pulverizó en su cuello su colonia favorita oliendo a rosas.
María ya la estaría esperando...
-¡Mama, volveré pronto!
Verónica O.M.
Continuará
(21)
Israel llegó el primero a la cita con Jeremy, estaba algo mosqueado por aquel: vienes y punto.
Conocía a Jeremy desde niños, los dos tenían el carácter bastante abierto, aunque Jeremy tenía mucho más éxito con las chicas, pero él no hacía caso de eso y solo tenía ojos para Yolanda. Sabía que estaban muy enamorados y sentía hacia ellos envidia sana y les deseaba lo mejor.
Estaba concentrado en sus pensamientos cuando de pronto vio aparecer a María, vestida con una minúscula falda vaquera que dejaba ver sus bien torneados muslos.
Y venía hacia él...
-Hola Israel. Ya veo que no llegaron los demás.
Empezó a sospechar. -¿Quienes? Jeremy y Yolanda, supongo.
-Los mismos.
En aquel momento se la hubiese comido a besos pero se tuvo que contener.
Sabía que allí había gato encerrado y dejaría pasar el rato para ver lo que salía de allí aquella tarde.
-¡Mira, por allí vienen! ¿Has traído el bañador?
-No. ¿Y tú ?
-Yo sí, mira. Le enseñó un tirante negro que supuso era del biquini.
-Hola chicos. -Dijo Jeremy.
Yolanda no dijo nada pero sonrió.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Conocía a Jeremy desde niños, los dos tenían el carácter bastante abierto, aunque Jeremy tenía mucho más éxito con las chicas, pero él no hacía caso de eso y solo tenía ojos para Yolanda. Sabía que estaban muy enamorados y sentía hacia ellos envidia sana y les deseaba lo mejor.
Estaba concentrado en sus pensamientos cuando de pronto vio aparecer a María, vestida con una minúscula falda vaquera que dejaba ver sus bien torneados muslos.
Y venía hacia él...
-Hola Israel. Ya veo que no llegaron los demás.
Empezó a sospechar. -¿Quienes? Jeremy y Yolanda, supongo.
-Los mismos.
En aquel momento se la hubiese comido a besos pero se tuvo que contener.
Sabía que allí había gato encerrado y dejaría pasar el rato para ver lo que salía de allí aquella tarde.
-¡Mira, por allí vienen! ¿Has traído el bañador?
-No. ¿Y tú ?
-Yo sí, mira. Le enseñó un tirante negro que supuso era del biquini.
-Hola chicos. -Dijo Jeremy.
Yolanda no dijo nada pero sonrió.
Autora Verónica O.M.
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