jueves, 5 de noviembre de 2009

UNA PAREJA PALURDA

¡Qué ricas! imagen de internet


Imagen de internet
Imaginemos la escena, un hombre y su mujer, queriendo dárselas de riquillos.

-¡Entremos a ese restaurante, ahí es dónde van los vecinos 
Dijo el marido
-¿Qué vecinos?
-¡Si, mujer! Los del chalet de al lado, Juan y Mari.
-¿Aquí vienen?
-¡Si mujer!
Entraron, y el maitre salió a recibirlos
-¿Mesa para dos ?
-¡Si! 
Dijo algo nerviosillo el hombre, colorado hasta las orejas.
El maitre los llevó al fondo. Una mesa muy bien puesta, les retiró las sillas y se acomodaron.
-¿Qué comerán los señores?
Preguntó muy solícito
-Comeremos una crema de pescado, dos buenos platos de gambas, pero de esas bien gordas, y un buen vino.
Al rato le sirvieron la comida, el pan, y vino. Y unos extraños cuencos llenos de líquido. Los miraron extrañados.
-¿Qué es esto? 
Preguntó el marido al verlos
-¿Y yo qué sé? 
-¡Si lo han puesto, será para qué nos lo bebamos!
Al lado una pareja no les quitaba la vista de encima, pensando que eran unos ridículos palurdos.
Se bebieron el líquido, y se oyeron unas risitas, y una voz muy bajita diciendo. 
¡Vaya costumbre qué tienen de comer en restaurantes, si se han bebido el agua de lavarse los dedos!
-¡Vaya par de borricos!
Los otros sin sospechar nada, siguieron comiendo tan felices.
Autora Verónica O.M.
    
                                                 



                          

2 comentarios:

  1. Y QUE IMPORTA LA URBANIDAD Y LAS BUENAS COSTUMBRES, Y QUE IMPORTA SI AL FINAL SON FELICES NO???
    ESPERO TENGAS UNA LINDA NOCHE, UN BESOTE
    ARIADNA B.B.

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  2. Pues tienes razón. Esperemos que el agua de los cuencos les siente bién, las manos que se las laven en el lavabo.
    1 beso grandote

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La letras, tienen el poder de llevarte a ese mundo dónde todo es posible, deseo te gusten las mias...