LA NIÑA ( CUENTO ) HAY DOS ENTRADAS NUEVAS

Era una niña pequeña, con unos grandes ojos verdes y un pelo extraordinariamente rubio, peinado en una larga cola de caballo.

Siempre quería ayudar a su mamá
parecía una mujercita, por su afán siempre de querer hacer cosas. No podía estarse quieta sin hacer nada.
Su mamá estaba muy contenta con ella.
Delegaba en la pequeña, quehaceres que sin duda, no eran para una niña, tan pequeña.
Un día su mamá le dijo:
Nena, ve a comprar huevos, media docena a casa de Isabel y que sean frescos.
Y la pequeña niña, fue a casa de Isabel, que vivía muy cerquita, ya que eran vecinas.
Llamó a la puerta Isabel le dijo que entrara.
Pasa nena, estoy aquí  que quieres?
Dice mi mamá, que me dé media docena de huevos frescos.
Vamos nena, los iremos a buscar.
Isabel, y la niña bajaron a un enorme patio alambrado. Por allí las gallinas estaban a sus anchas. Isabel se metió en medio y empezó a coger huevos.
 Luego salió los metió en una huevera de plástico que llevaba la pequeña.
 En un descuido de la mujer, la niña con cuidado abrió la huevera, tocó los huevos.
Y no le gustó lo que tocó?
Estaba un poco avergonzada,  pero aun así se dirigió a la mujer.
Señora Isabel estos huevos están calientes?  mi mamá los quiere frescos. No los quiero.
La mujer empezó a reírse a carcajadas, le hizo tanta gracia, que quiso acompañar a la niña a su casa, por el camino trataba de explicar a la pequeña que aquellos huevos eran muy frescos.
Están calientes y no son frescos.
La mujer viendo que la niña no entendía. Desistió hasta llegar a casa de la pequeña niña.
Empezó a explicárselo a la madre  de la niña. Y allí las dos se morían de risa.
Ven nena dijo la madre todavía riendo. Isabel lo hacía a carcajadas, no pudiendo parar.
Los huevos cuando son frescos están calientes. Cuando te digo frescos es que están acabados de poner por las gallinas y están calentitos. Comprendes hija ?
Ahora si mama?
Las mujeres siguieron riendo largo rato.
FIN
                                                                                                                            Verónica