Aquella mañana, Luis Alfer iba a ir de compras.
Necesitaba... Una faja para aplanar un poco su tripa. Había cogido manía. Se miraba de perfil, en todos los espejos qué encontraba a su paso. Y cada día estaba más acomplejado.
Las fajas eran algo caras, no quería gastarse demasiado, porque quizás no llegase a amortizarla. Él ya se conocía.
Se fue a una tienda de chinos, qué habían puesto en su barrio.
Se dirigió a la lencería. Sujetadores con relleno, bragas de todas las alturas, y fajas...
¿Qué tipo de fajas?
La qué más le gustó, era una muy fina. Pasaría desapercibida debajo de su ropa.
Escuchó por detrás de él una voz.
-¿Es pala su novia, o mujel?
Pensó, qué dice la china esta...
-Pala mi novia. ¡Para mi novia, joer qué todo se pega!
Mañana más, jaja
un ratito de visita por aqui,besos.
ResponderEliminarPara Fiaris
EliminarUn placer tu visita, la cual te agradezco.
Besos, qué tengas un buen día
Jaja, qué le importa a la china jja, besos!
ResponderEliminarPara silvo
EliminarLa mujer, tan solo quería saber, jaja
Besos, feliz día
Segura que no se llamaba Julio, porque a mi me hace falta una de esas, jajajaja, saludos amiguita y un fuerte abrazo desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarPara STARLIGHT
ResponderEliminarSe llama Luis, no Julio, jaja. No tiene tanta importancia la tripita, es qué soís, (somos) muy presumid@s jaja.
Un abrazo, desde España para ti