El padre de Amada dormía como un bebé, aunque roncaba de forma llamativa, en aquellos tiempos nada se sabía de la apnea esa...
Le abrió el portón a su amorcito y lo esperaba con la puerta entreabierta. Nada más él entrar, se llevó un dedo a los labios, diciendo con ello que permaneciese en silencio.
Al llegar al cuarto cerraron y atracaron la puerta poniendo por delante un gran sillón orejero.
Esperaba que la besase... pero permaneció quieto y con la vista baja.
-¿A vos qué le pasa? ¿No me besa?
-¡Si! lo que pasa es...
-¿Qué es eso tan importante?
-Quisiera pedirle algo y no me atrevo.
-¿Acaso muerdo?
-No, claro que no. - Rodolfo se sentó encima de la cama arrugando una preciosa colcha de color rosa, la cual tenía unos vaporosos volantes y mucho apresto.
Ella hizo lo mismo y lo miró pícaramente. - ¿Qué me quiere pedir? me huelo que algo serio.
-¡Sí, muy serio! ¿sé quiere amancebar conmigo?
-¿Amancebar?
-¡Eso mismo!
-Pero mi padre...
-¡No se preocupe, hablaré de caballero a caballero!
-Mi padre no le quiere...
-Ni yo a él tampoco...
-Déjeme unos días para madurarlo. No sé porqué ya no tengo ganas de... ya sabe.
-Ni yo tampoco. Dormamos un rato abrazados y pensemos que ya estamos amancebados.
Amada, soñemos...
Y se durmieron y sus sonrisas se dibujaron en aquel cuarto dónde habían tenido sexo un día si y otro también.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Le abrió el portón a su amorcito y lo esperaba con la puerta entreabierta. Nada más él entrar, se llevó un dedo a los labios, diciendo con ello que permaneciese en silencio.
Al llegar al cuarto cerraron y atracaron la puerta poniendo por delante un gran sillón orejero.
Esperaba que la besase... pero permaneció quieto y con la vista baja.
-¿A vos qué le pasa? ¿No me besa?
-¡Si! lo que pasa es...
-¿Qué es eso tan importante?
-Quisiera pedirle algo y no me atrevo.
-¿Acaso muerdo?
-No, claro que no. - Rodolfo se sentó encima de la cama arrugando una preciosa colcha de color rosa, la cual tenía unos vaporosos volantes y mucho apresto.
Ella hizo lo mismo y lo miró pícaramente. - ¿Qué me quiere pedir? me huelo que algo serio.
-¡Sí, muy serio! ¿sé quiere amancebar conmigo?
-¿Amancebar?
-¡Eso mismo!
-Pero mi padre...
-¡No se preocupe, hablaré de caballero a caballero!
-Mi padre no le quiere...
-Ni yo a él tampoco...
-Déjeme unos días para madurarlo. No sé porqué ya no tengo ganas de... ya sabe.
-Ni yo tampoco. Dormamos un rato abrazados y pensemos que ya estamos amancebados.
Amada, soñemos...
Y se durmieron y sus sonrisas se dibujaron en aquel cuarto dónde habían tenido sexo un día si y otro también.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Veremos la reacción del padre. Este Rodolfo me da la impresión de ser algo corto y no saber que quiere realmente.
ResponderEliminarUn abrazo Varónica.
Aunque el padre se opusiera, ellos ya tomaron la decisión.
ResponderEliminarBesos🌸
Menos mal que este dia no hubo sexo, asi descansa Rodolfo. Saludos amiga.
ResponderEliminarHola Verónica.. Se vislumbra una tormenta por el horizonte, esperemos a ver que dice papa, cuando no ronque..jeje.
ResponderEliminarUn abrazo..
Muchas gracias a tod@s.
ResponderEliminarBesos