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Bonita imagen de internet |
-¿Claudia, te vienes esta noche al cine?
-¡No voy a poder Sonia! esta noche vienen mis tíos a cenar, hace mucho qué no nos vemos, además mi madre se enfadaría mucho, cuenta que hace unos tres años que no ve a su hermano ni a Susana su cuñada.
-¡Bueno, pues hija que se le va a hacer, ya iremos otro día!
Por la noche en su casa... Sonia estaba aburrídisima, y decidió ir sola. Nunca lo hacía, ya qué se sentía mucho mejor cuando iba con su amiga.
Pero como no podía... y ella no quería quedarse en casa encerrada. Se fue. La película no era nada del otro mundo.
Estaba mirando la pantalla...
- ¡Menudo rollo de película!
Pensó
Al momento, ya tenía a alguien sentado a su lado. Lo miró de reojo, y pensó que era un pobre diablo solitario como ella misma.
Ya no le prestó más atención. Hasta que sintió un roce en su pierna.
Sin duda el chico se había movido, y sin querer la había rozado.
Pero al momento sintió otro roce.
.¡Caray, dos veces, ya es para mosquearse.
Con la mosca detrás de la oreja, de reojo lo observaba sin qué él otro se percatara de ello.
La mano del susodicho sujeto, ya se le posó directamente en su pierna.
-¡Hasta aquí llegamos!
Ni corta ni perezosa, se dispuso a darle su merecido
-¡PLAF!
Sonó aquel plaf en el cine, retumbando entre sus paredes. Sonia le había dado una soberana bofetada.
-¡Eso para que aprendas!
Dijo el tocón.
Él, se levantó de su asiento, pareciendo muy digno.
Allí se quedó la pobre abochornada. Fue muy listo.
Y se escuchó una voz muy alta
-¡No te preocupes chica, cada semana hace lo mismo!
Las personas que habían en el cine, se echaron todas a reír.
-ja, ja, ja, ja, ja, y muchos más jas...
Otra voz muy alta dijo
-¡El otro día, lo intentó con mi hermana! menudo elemento ese personajillo. Aunque le dí un buen escarmiento.
De nuevo se volvieron a escuchar risas
-ja, ja, ja, ja, ja, y muchos más jas...
-¡ Silencio, por favor, qué no dejan escuchar la película!
El cine, de nuevo quedó en silencio. La sesión continuaba.
Autora Verónica O.M.