Soñó con tener
una noche larga
de amor y lujuria
pero no se esperaba
lo que después sucedia.
Sin mirarla a los ojos
de ella se despedía.
Con un lo siento, querida.
Qué poco hombre eres...
para esto me enamoraste?
Y rota de dolor se quedó
mientras él ya se las prometía
con otra mujercita
y lo que no sabía era
lo que aquel nuevo amor
le duraría...
Con el tiempo ella encontró a otro mucho mejor y le contó...
Y él la besó susurrando
en su oído.
No te preocupes vida mía.
Verónica O.M.
Este poema es del blog que voy a eliminar en breve 😄
ResponderEliminarHola Verónica. Hay veces que hay que saber cerrar puertas que no llevan a ningún lugar, porque cuando se cierra una puerta, se abre otra..
ResponderEliminarUn abrazo.
Saber cerrar puertas... Muy bueno, no todos saben o sabemos.
EliminarSi, estoy totalmente de acuerdo.
Un abrazo
La vida le tenia preparado a un gran amor. Saludos amiga.
ResponderEliminarEso es, Sandra, el perder fue ganar algo que valía infinitamente más.
EliminarUn saludo amiga 😀