lunes, 19 de julio de 2021

Adolescencia capítulo n°38 y 39

 -No tienes fiebre. -Dijo María. -Sin duda es otra cosa lo que a ti te pasa. ¿No estarás embarazada? 


Yolanda la miró con cara de espanto, aunque ella misma momentos antes ya había barajado aquello. -No quiero ni pensarlo, soy muy joven y mis padres no sé como iban a reaccionar. Seguro será por la cena o los nervios por los que estoy pasando debido a tener mala conciencia.

-¿Mala conciencia? 

-Ya sabes, María... De hacer cosas que no debería.

-Eso ya te lo dije yo. Aunque tú ningún caso me hiciste. Mañana te traeré algo para que te hagas la prueba del embarazo. Se lo pediré a mi hermana Lourdes. Ya sabes que trabaja en una farmacia.

-¿Le vas a decir que es para mi?

-No necesariamente. Le diré que es para otra amiga que ella no conozca.

-Podrá pensar que pudiera ser para ti.

-No te preocupes por eso. Ella sabe a la perfección que no lo estoy. Ella y yo compartimos habitación. Las dos sabemos todo de cada una. Aunque ella sea mayor nos llevamos a la perfección.

-Te envidio María. Cómo me vendría de bien tener a una hermana a mi lado en estos momentos.

-Me tienes a mi, Yolanda. No soy tu hermana de sangre, pero qué importa eso.

-Gracias María. Ya sé que tengo mucha suerte de tenerte.
-Yolanda se abrazó a ella e inmediatamente se puso a llorar como una desvalida criatura.

-Ya verás como no será nada. Tranquilízate.
Autora Verónica O.M.
Continuará

Capítulo n°39

Yolanda se pasó gran parte del día mareada. 

Sus padres se levantaron tarde al haber trasnochado. Ni se dieron cuenta de la mala cara que tenía su hija.
La madre fue a preparar la comida mientras el padre hacía la cama. 

Ella se quedó en su habitación sentada encima de la cama y deseando que aquel mareo desapareciese, hasta que su madre la llamó para comer.

No quiso hacerlo y para que sus padres no sospecharan les dijo.
-Me preparé un bocadillo hace un rato, no me apetece nada más. Voy a leer un rato a mi habitación.

-Ve, hija. No te preocupes por nada. Hoy en casa poco se va a hacer, así que haz lo que te apetezca.

Al día siguiente y por la mañana llegó María con aquello. Se lo entregó en un descuido de la madre de Yolanda . La mujer, como nada sabía, nada pudo sospechar. 
Hablaron entre ellas haciéndolo en tono bajito.

-Toma, Yolanda. Mejor te haces la prueba mañana al levantarte.

Cogió la cajita y se la guardó dentro del bolsillo del pantalón corto que llevaba.
-Gracias, María. Espero no haberte causado ningún problema.

-Ninguno. No te preocupes. Mi hermana no sabe que es para ti. ya te lo dije... 
Verónica O.M.
Continuará

4 comentarios:

  1. Nos dejas con las ganas de saber.Esperaremos al próximo capítulo que promete ser muy interesante. probablemente diría que no está embarazada.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por seguirla con interés.
      Veremos si es así o no...
      Abrazos. 😀

      Eliminar
  2. Ahí si como se dice, que embarazoso momento. Un abrazo. Carlos

    ResponderEliminar

La letras, tienen el poder de llevarte a ese mundo dónde todo es posible, deseo te gusten las mias...