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Al día siguiente... a eso de las seis de la tarde, Jeremy salió a la puerta de su casa esperando que Yolanda pasase.A lo lejos se la veía caminando y con libros debajo del brazo y esperó a que se acercase.
Para dirigirse hacia su casa ella debía pasar por su puerta.
Lo vió parado y en medio de la calle y parecía estar esperándola.
Llegó a su encuentro y la miraba de una forma que la hizo enrojecer, sin duda en ella dejaba entrever lo que había sucedido entre ambos.
-Hola, Yolanda.
-Hola ¿me esperabas?
-Si, ¿te importa?
-No seas tonto, claro que no.
-¿No te importa?
-Bueno, no quise decir eso.
-Te espero en el camino, ¿vendrás?
-Si, ya lo sabes.
-No tardes.
Ella echó a andar y ni siquiera se despidió aligerando su paso.
Cuando llegó a su casa, su madre se encontraba en su pequeño jardín regando los bonitos rosales.
-Me tengo que volver a marchar, mama. He quedado con María.
-Ve, hija y diviértete, antes de que te conviertas en una vieja como yo.
-Tu no eres vieja. Lo dijo en un tono que no daba lugar a réplica.
Su madre sonrió y con la mano le envió un beso.
Yolanda, se acercó hacia ella y depositó un sonoro beso en una de sus mejillas.
Lo vió parado y en medio de la calle y parecía estar esperándola.
Llegó a su encuentro y la miraba de una forma que la hizo enrojecer, sin duda en ella dejaba entrever lo que había sucedido entre ambos.
-Hola, Yolanda.
-Hola ¿me esperabas?
-Si, ¿te importa?
-No seas tonto, claro que no.
-¿No te importa?
-Bueno, no quise decir eso.
-Te espero en el camino, ¿vendrás?
-Si, ya lo sabes.
-No tardes.
Ella echó a andar y ni siquiera se despidió aligerando su paso.
Cuando llegó a su casa, su madre se encontraba en su pequeño jardín regando los bonitos rosales.
-Me tengo que volver a marchar, mama. He quedado con María.
-Ve, hija y diviértete, antes de que te conviertas en una vieja como yo.
-Tu no eres vieja. Lo dijo en un tono que no daba lugar a réplica.
Su madre sonrió y con la mano le envió un beso.
Yolanda, se acercó hacia ella y depositó un sonoro beso en una de sus mejillas.
Después dejó sus libros en su habitación y encima del escritorio. Sacó de la mesilla de noche unas bonitas braguitas y se dirigió al aseo...
Autora Verónica O.M.
Continuará
Bueno Verónica, por lo que veo se pone interesante.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Me alegra te lo parezca, gracias.
EliminarUn abrazo, buen fin de semana 😄
Ah, el despertar del amor y el deseo a esa edad es fantástico. Saludos amiga.
ResponderEliminarSi, de verdad que lo es.
EliminarSaludos amiga, buen día 💐
Ambientación para la cita. Saludos. Carlos
ResponderEliminarSi, una cita deseada...
EliminarSaludos 😁