Mientras Vidal tenía su encuentro con Adelita, Rodolfo esperaba y esperaba que Amada le abriese el portón.
Aquella noche tardaba más de lo habitual. Pensó que el padre no estaría acostado todavía. Y así era...
-¿Padre, hoy no se acuesta?
-No tengo sueño.
-Le prepararé una tilita.
-Haga lo que quiera. Últimamente no estoy muy bien. Me echa fuego el estómago y presión en el pecho. Y eso que me cuido y no castigo el cuerpo con tabaco, ni con vino.
-Es humano y tendrá problemas como cualquier individuo. - Diciendo esto fué a la cocina y con la intención de introducir en la tila la poción para que pronto se durmiese.
-Lo que hoy me está costando que se acueste. Y Rodolfo seguro que está afuera esperando. Pues que espere y así me hago de valer, no crea que estoy desesperada por meterme en la cama con él. Aunque si soy sincera... reconozco me gusta.
Le llevó la tila casi tibia, había
acelerado su enfriamiento vertiendola de un recipiente a otro multitud de veces.
El padre de un trago se la bebió enterita. Al momento a su cuarto ya se dirigía. Pero antes de hacerlo había besado a su adorada hija. - ¡Buenas noches, hija!
Una sonrisa fué toda su respuesta.
Y él a pasitos cortos se dirigió a su cuarto.
-Ya era hora... ¡por Dios!
A los cinco minutos y a través de la puerta ya se oían sus ronquidos. Amada ahora si le abrió el portón a su amor.
-¿Qué sucedía que no abría?
-Mi padre no se acostaba.
Marcharon para arriba deseando estar juntos y en penumbra.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Aquella noche tardaba más de lo habitual. Pensó que el padre no estaría acostado todavía. Y así era...
-¿Padre, hoy no se acuesta?
-No tengo sueño.
-Le prepararé una tilita.
-Haga lo que quiera. Últimamente no estoy muy bien. Me echa fuego el estómago y presión en el pecho. Y eso que me cuido y no castigo el cuerpo con tabaco, ni con vino.
-Es humano y tendrá problemas como cualquier individuo. - Diciendo esto fué a la cocina y con la intención de introducir en la tila la poción para que pronto se durmiese.
-Lo que hoy me está costando que se acueste. Y Rodolfo seguro que está afuera esperando. Pues que espere y así me hago de valer, no crea que estoy desesperada por meterme en la cama con él. Aunque si soy sincera... reconozco me gusta.
Le llevó la tila casi tibia, había
acelerado su enfriamiento vertiendola de un recipiente a otro multitud de veces.
El padre de un trago se la bebió enterita. Al momento a su cuarto ya se dirigía. Pero antes de hacerlo había besado a su adorada hija. - ¡Buenas noches, hija!
Una sonrisa fué toda su respuesta.
Y él a pasitos cortos se dirigió a su cuarto.
-Ya era hora... ¡por Dios!
A los cinco minutos y a través de la puerta ya se oían sus ronquidos. Amada ahora si le abrió el portón a su amor.
-¿Qué sucedía que no abría?
-Mi padre no se acostaba.
Marcharon para arriba deseando estar juntos y en penumbra.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Quedo a la espera. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias Carlos, deseo te guste.
EliminarUn abrazo
Ojala no le haga daño la poción del sueño al papa de Amada, se me hace que toma mucha.... y ellos como siempre, a disfrutar, Saludos amiga.
ResponderEliminarLe echa fuego el estómago y también presión en el pecho, algún síntoma ya tiene...
EliminarSaludos amiga
El padre se va a morir ya pronto. No tiene ningun aliciente ya. Y a la hija, le estorba.
ResponderEliminarUn beso.
Es un poco irresponsable, si, esperemos se dé cuenta pronto porque sino ese futuro le espera.
EliminarUn beso
Hola Veronica.. Poco a poco me voy incorporando a los Blogs tras las fiestas, seguramente me he perdido algo estos días. de todas formas ya veo que los ánimos sieguen en ebullición constante..jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola lloren¢...
EliminarEstos locos se me desmadran y no puedo controlarlos, ja,ja.
Un abrazo