Y llegó la noche...
Los amigos marcharon por separado para estar con sus enamoradas. Cada uno echaba pestes sobre el otro. Vidal tan cabezón... estaba dispuesto a compartir su vida con Adelita y no le hacía la maldita gracia que en aquellos momentos estuviese con otro que no fuese él... se dijo que la sacaría de allí inmediatamente. Se quedó mucho más tranquilo llegando a esa conclusión.
Se acordó de su amigo y el ceño se le frunció.
-¡Envidioso! - al decirlo en voz alta le salpicó en un ojo su saliva y con el puño de la camisa se limpió.
Mientras tanto... Rodolfo iba con el semblante serio e iba hablando solo. No había nadie cerca y para qué se iba a tragar aquella hiel que le estaba mortificando.
-¡Será cabrito! prefiere estar con "una femme fatale" antes que seguir siendo amigos. ¡ Se arrepentirá!
-sentenció.
Aligeró el paso... a lo lejos vió como las luces de la vieja mansión se fueron apagando menos las del cuarto de Amada.
-Ya tengo ganas de... la sangre me hierve. Para mi que no tiene que ser bueno para la salud. ¿Será por eso la caída del pelo?
La vió asomada en el balcón y saludándole. No entendía como aquel viejo se dormía tan rápidamente... tenía entendido que a esas edades se duerme poco.
Al llegar al portón aquel se abrió de repente. -¡Qué susto!
-Ay, mi amorcito qué asustadizo es. ¿No vé que ya abrí.
Se dieron un beso y las puntas de sus lenguas se rozaron, parecía como si un calambrazo les hubiese sacudido.
Cuándo se sobrepusieron corrieron escaleras arriba al estar impacientes por estar juntos. Al momento y silenciosamente la puerta del cuarto fue cerrada por dentro.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Los amigos marcharon por separado para estar con sus enamoradas. Cada uno echaba pestes sobre el otro. Vidal tan cabezón... estaba dispuesto a compartir su vida con Adelita y no le hacía la maldita gracia que en aquellos momentos estuviese con otro que no fuese él... se dijo que la sacaría de allí inmediatamente. Se quedó mucho más tranquilo llegando a esa conclusión.
Se acordó de su amigo y el ceño se le frunció.
-¡Envidioso! - al decirlo en voz alta le salpicó en un ojo su saliva y con el puño de la camisa se limpió.
Mientras tanto... Rodolfo iba con el semblante serio e iba hablando solo. No había nadie cerca y para qué se iba a tragar aquella hiel que le estaba mortificando.
-¡Será cabrito! prefiere estar con "una femme fatale" antes que seguir siendo amigos. ¡ Se arrepentirá!
-sentenció.
Aligeró el paso... a lo lejos vió como las luces de la vieja mansión se fueron apagando menos las del cuarto de Amada.
-Ya tengo ganas de... la sangre me hierve. Para mi que no tiene que ser bueno para la salud. ¿Será por eso la caída del pelo?
La vió asomada en el balcón y saludándole. No entendía como aquel viejo se dormía tan rápidamente... tenía entendido que a esas edades se duerme poco.
Al llegar al portón aquel se abrió de repente. -¡Qué susto!
-Ay, mi amorcito qué asustadizo es. ¿No vé que ya abrí.
Se dieron un beso y las puntas de sus lenguas se rozaron, parecía como si un calambrazo les hubiese sacudido.
Cuándo se sobrepusieron corrieron escaleras arriba al estar impacientes por estar juntos. Al momento y silenciosamente la puerta del cuarto fue cerrada por dentro.
Autora Verónica O.M.
Continuará
Se pone interesante el relato Vero. Creo que de jóvenes todos hemos pasado con los amigos por algún que otro trance amoroso.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Vero, por pasar y quedarte en mi otro blog.
ResponderEliminarUn abrazo y te deseo buena semana.
Gracias a ti...
EliminarTienes toda la razón.
Un abrazo y feliz semana
Pobre Rodolfo, me late que algo malo le pasara con eso de tanto sexo y ese Vidal creo que también porque la Adelita no me parece una buena mujer para el.... en fin, espero el próximo capitulo, saludos amiga.
ResponderEliminarSe saben defender, Sandra, aunque pueda parecer lo contrario.
EliminarLa edad es la culpable, ja, ja.
Un saludo y abrazo
El amor y el deseo hacen parte de la vida... interesante relato.
ResponderEliminarTe deseo un buen año 2020.
Abrazos.
Gracias, Rafael, lo mismo te deseo.
EliminarMe alegra así te lo parezca.
Abrazos
Amiga escritora tus imaginaciones superan a todas mis fantasias
ResponderEliminarGracias Juan, no creas, digamos que son diferentes.
EliminarUn abrazo